Economía Circular en la Macrozona Norte de Chile

A propósito de la pronta creación del nuevo Centro Tecnológico de Economía Circular de la Macrozona Norte de Chile, comparto con ustedes un extracto de la entrevista que nos hizo un importante medio de comunicación nacional sobre nuestra visión y objetivos para este nuevo gran desafío que asumimos con el equipo del Centro de Innovación y Economía Circular — CIEC.

Uno de los objetivos es transformar a la macrozona norte (MZN) en un referente de economía circular en Chile y el mundo, para diversificar la matriz productiva y de comercio de esta zona. ¿Cómo se hará esto en términos concretos, cómo se va a materializar este objetivo?

El nuevo Centro Tecnológico de Economía Circular está enfocado en industrias muy concretas de la macrozona del norte de Chile, como la minería de recursos estratégicos para un futuro bajo en carbono (cobre y litio), energías renovables y almacenamiento de energía. Trabajaremos con nuestros socios industriales de BHP, Collahuasi y Teck, Copec y Corpesca, en proyectos que permitan transformar sus procesos hacia modelos circulares, donde de mejoren la durabilidad, reutilización, mejora y reparabilidad de productos y equipos, así como el aumento en la eficiencia energética y en el uso de recursos; aumentar el contenido de material reciclado en los productos y equipos, instalar capacidades de remanufactura y reciclaje de alta calidad; reducir la huella de carbono, agua y materiales; eliminar productos y materiales de un solo uso y evitar la obsolescencia programada; transitar hacia modelos de negocio basados en product-as-a-service (producto como servicio) donde la propiedad del producto quede en manos de los fabricantes y proveedores, siendo ellos los dueños y responsables del ciclo de vida completo de sus productos y materiales; y promover e instalar la transformación digital y la trazabilidad digital de productos y materiales. Además, con nuestros socios del Gobierno Regional de Tarapacá y el Consejo Regional de Tarapacá, trabajaremos en el desarrollo del ecosistema emprendedor local, además de desarrollar la agricultura y pesca sostenible y circular, con el fin de generar nuevos emprendimientos, crear empleos de calidad y combatir los negativos efectos del cambio climático. Tenemos la confianza de que podremos replicar estas experiencias con lo Gobiernos Regionales de las otras regiones de la macrozona del norte de Chile.

Creemos que el problema no se resuelve creando más centros sino que conectando y optimizando la utilización de las capacidades e infraestructura de los que ya existen e identificando a las empresas y organizaciones que pueden agregar valor bajo el paraguas de la economía circular.

Uno se imagina que esto va a impulsar la creación de una serie de centros tecnológicos y de innovación especializados en la zona norte, un gran clúster en torno a la economía circular. ¿Cómo lo visualizan? ¿Cómo se va a trabajar, en este sentido, con la academia, el gobierno, las empresas?

Este nuevo Centro Tecnológico de Economía Circular tiene tres particularidades, es el primer centro apoyado por Corfo que recibe aporte financiero de privados; segundo, es el primer centro enfocado en un territorio, comprendiendo en este caso la macrozona del norte de Chile; y tercero, es el primer centro, público-privado, enfocado en economía circular en América Latina. La economía circular se basa en principios básicos como eliminar el concepto de “desecho”, mantener el valor de productos y materiales durante el mayor tiempo posible y regenerar los sistemas naturales, por lo que busca utilizar de la manera más eficiente nuestros recursos que son escasos y valiosos. En ese sentido creemos que en Chile ya existen suficientes centros tecnológicos y de innovación que hasta la fecha han operado como silos, lo que generaba en muchos casos un uso ineficiente de los recursos del Estado, organizaciones y empresas privadas. Creemos que el problema no se resuelve creando más centros sino que conectando y optimizando la utilización de las capacidades e infraestructura de los que ya existen e identificando a las empresas y organizaciones que pueden agregar valor bajo el paraguas de la economía circular. Justamente vemos que este es el rol que jugaremos con nuestro centro.

La macrozona del norte es uno de los territorios más fascinantes y llenos de oportunidades que alguien puede encontrar en el planeta.

¿Cuáles son los recursos y capacidades ya detectados en la MZN, y cuáles las brechas existentes?

La macrozona del norte es uno de los territorios más fascinantes y llenos de oportunidades que alguien puede encontrar en el planeta. Desde la minería de cobre y litio más grande del mundo, que permitirá la provisión para todo el planeta de estos recursos claves para combatir el cambio climático; la mejor radiación solar de la Tierra, que no solo permitiría generar energía a bajo costo y renovable, sino que nos permitiría posicionarnos como productores importantes de hidrógeno verde a nivel global; una matriz industrial y productiva basada en proveedores de la minería (conocidos en la industria como Mining Equipment Technology and Services o METS); cercanía geográfica a la industria minera de Perú, Bolivia y Argentina, lo que permite el desarrollo de un polo económico fuerte y atractivo para desarrollar negocios y atraer empresas; universidades locales que trabajan de manera cercana con las industrias de la macrozona; infraestructura logística con aeropuertos y puertos de clase mundial; y por último el reconocimiento mundial, gracias a la astronomía, de contar con los cielos más limpios del mundo y la belleza de nuestros desiertos de Tarapacá y Atacama que resultan de gran incentivo para la atracción de talento internacional. Paradójicamente, todas las ventajas anteriormente señaladas no han sido aprovechadas hasta la fecha en su real dimensión, lo que se ve reflejado en que por años las capitales de las regiones que conforman esta macrozona (Arica, Iquique, Antofagasta y Copiapó) permanentemente aparecen en los últimos lugares en el ranking de competitividad de ciudades, demostrando una baja capacidad de desarrollar y atraer talento. Estamos convencidos que el nuevo Centro Tecnológico de Economía Circular viene a ser un actor importante en revertir esta situación y transformar la macrozona minera del norte de Chile en un polo de desarrollo de economía circular, industria 4.0 y emprendimiento de clase mundial.

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Pablo Terrazas, de Corfo, ha planteado la necesida de impulsar en Chile el desarrollo tecnológico en almacenamiento eléctrico, de empresas de manufactura de tecnologías en base a litio que produzcan herramientas menos sofisticadas, como baterías de celulares u otros equipos electrónicos, baterías para medios de transportes como scooters o bicicletas eléctricas, entre otros. También el desarrollo de nuevas tecnologías para la obtención de litio metálico, y del hidrógeno verde. ¿Cómo puede ayudar el Centro en esta tarea, cuáles serán las prioridades y qué tan grande será la ambición?

Todo lo señalado es parte de los objetivos de nuestro Centro Tecnológico de Economía Circular, y en ese sentido no solo estamos desarrollando nuestras propias iniciativas en esas líneas de trabajo sino que ya estamos en conversaciones con algunos de los conglomerados que se están formando para participar en el Centro de Energía Limpias de Corfo, donde vemos que existen muchas oportunidades de colaboración y también para evitar la duplicidad de esfuerzos con el fin de garantizar que los recursos sean utilizados de la manera más eficiente. Estamos convencidos que la economía circular junto a la industria 4.0 son fundamentales para agregar valor a nuestro litio y permitirnos desarrollar nuevos modelos de negocio que permitan crear procesos y productos circulares que faciliten crear nuevas empresas, atraer inversiones y generar empleos de calidad en la macrozona del norte de Chile.

La crisis global del coronavirus ha demostrado lo frágil que es nuestra cadena de suministro global, y al mismo tiempo el impacto que tiene la centralización de la manufactura, así como la logística y transporte, debido a su gran volumen de emisión, en el cambio climático.

Uno de los principales objetivos de avanzar en la economía circular, mediante la innovación, es ayudar en la lucha contra el cambio climático mejorando productividad y eficiencia en los procesos productivos, y disminuyendo la generación de residuos. ¿Cómo se abordarán estos desafíos?

El cambio climático es una de las principales amenazas que enfrenta la humanidad y existe consenso de que la única manera de no superar un incremento en la temperatura del planeta por sobre 1,5°C es a través de una economía circular. Esto se consigue a través de la transformación de las matrices productivas hacia modelos circulares que permitan que los productos y materiales mantengan su valor durante el mayor tiempo posible, eliminando el concepto de obsolescencia programada, permitiendo que los productos sean fácilmente reparables y que sus materiales sean 100% reciclables; de hecho, de acuerdo a varios estudios de organizaciones internacionales, el remanufacturar productos permite reducir la huella de carbono en hasta un 90%, lo mismo ocurre acercando geográficamente la capacidad de manufactura y reparación a la gran industria minera y otras industrias, reduciendo la huella de carbono en hasta un 80% por logística. La crisis global del coronavirus ha demostrado lo frágil que es nuestra cadena de suministro global, y al mismo tiempo el impacto que tiene la centralización de la manufactura, así como la logística y transporte, debido a su gran volumen de emisión, en el cambio climático; en este nuevo contexto global tenemos la certeza de que la economía circular es parte importante de la solución, no solo como la herramienta más efectiva para combatir el cambio climático, sino que para crear nuevas empresas y emprendimientos locales que generen empleos de calidad en los territorios.

Creemos que la crisis social y la crisis del coronavirus son señales claras que el actual modelo tecno-económico tiene que mutar a uno que no solo vele por el impacto económico, sino que también incluya a la sociedad y al medio ambiente

¿Cómo visualizan la macro zona norte en cinco, y en diez años, a partir del trabajo que realizará el Centro?¿Qué impactos tendrá en el territorio, en Chile, en la región latinoamericana?

Como se señaló anteriormente, estamos convencidos que la macrozona norte de Chile es un diamante en bruto, y conociendo de primera fuente la realidad local y analizando la data para este proyecto, nos llama profundamente la atención el poco interés que ha existido en el pasado para desarrollar un proyecto que abarque las ventajas de este territorio. Quizás sea por lo que señalaba Victor Hugo cuando decía “no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su momento”, y vemos que hoy se han dado todas las condiciones para desarrollar un proyecto de clase mundial bajo el paraguas de la economía circular, en una macrozona que no solo cuenta con recursos claves para un planeta de 1,5°C, sino que puede transformarse en un polo de desarrollo y ejemplo de este nuevo paradigma tecno-económico de la cuarta revolución industrial, que ha democratizado el acceso a tecnologías de punta, revalorizando el localismo y que tiene como modelo económico la circularidad. El desarrollo tecnológico propio de la cuarta revolución industrial, caracterizado por un crecimiento exponencial caracterizado por la Ley de Moore, hace difícil pensar hoy en términos de 5 y 10 años, vivimos en una época de aceleraciones, donde todo cambia permanentemente; sin embargo, tenemos el convencimiento que el Centro Tecnológico de Economía Circular no solo nace en el mejor momento posible, sino que como país nos adelantamos a lo que vemos como el agotamiento natural del actual modelo económico lineal, basado en cadenas de suministro centralizadas, producción en masa y uso de combustibles fósiles. Creemos que la crisis social y la crisis del coronavirus son señales claras que el actual modelo tecno-económico tiene que mutar a uno que no solo vele por el impacto económico, sino que también incluya a la sociedad y al medio ambiente. Estamos convencidos que el Centro Tecnológico de Economía Circular tendrá un gran impacto en las industrias y en el ecosistema de la macozona del norte de Chile, convirtiéndola en un ejemplo real y concreto de los beneficios económicos, sociales y ambientales de la economía circular en un territorio, y desde ahí buscaremos que estos resultados positivos se extiendan a todo el país y posteriormente a toda Latinoamérica… y por qué no al mundo entero.


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